miércoles, 9 de febrero de 2011

Capitulo 1.3

   El campamento se despertaba poco a poco, los jóvenes que no habían celebrado demasiado la reunión el día anterior, y por lo tanto estaban en condiciones de dar dos pasos sin caerse o vomitar, se dirigían a la pradera donde se desarrollaría la competición, era una pradera grande donde se habían levantado varias tribunas y algunos pequeños edificios para las pruebas de inteligencia. El silencio del campamento contrastaba con el jolgorio del día anterior, era un silencio respetuoso expectante y lleno de ilusión. Los ancianos hablaban en voz baja sobre competiciones anteriores, comentando viejas hazañas y grandes guerreros de sus respectivas tribus. Los niños seguían silenciosamente y con rostros expectantes y de admiración a los adultos mientras se estos dirigían a la pradera, calentaban y se concentraban. De la tienda principal salieron los jefes, tras un rato de charla en la entrada de la tienda se dirigieron a la pradera con tranquilidad, detrás de estos salió Maros que, tras desperezarse, se dirigió a la tienda de su hermano.

   -¡Drew! - Boceo cuando llego a la entrada - ¡Ya va siendo hora de que nos dirijamos a la competición pedazo de holgazán!

   -¡Se está vistiendo!- Le contesto Niria desde dentro.

   Un par de minutos después salieron los dos con el bebe, Drew abrazo a su hermano y Maros le planto dos besos a Niria en sendas mejillas e hizo unas carantoñas a su sobrino, pronto cumpliría tres meses y llegaría el momento de ponerle un nombre, por mucho que le insistiesen Drew no soltaba prenda sobre cual seria. Maros agarro al niño y se puso a jugar con él mientras se dirigían al prado. La pareja iba abrazada mientras varios niños, al ver a los dos grandes de la tribu, se arremolinaban a su alrededor. Cuando llegaron Niria se fue con el niño y se sentó al lado de Area en la tribuna mientras los dos hermanos calentaban. Cuando empezó la competición todo fue según lo esperado, primero se desarrollo la competición física, la potencia física de Maros le permitió llegar a la final sin problema, la gran capacidad de Drew de potenciar sus habilidades físicas le permitió llegar al enfrentamiento con su hermano con la misma facilidad. En la final Drew lucho con un solo brazo para que fuese mas divertido y termino ganando a su hermano, aunque en mas de una ocasión pareció que la ventaja que le había dado Drew haría que perdiese, pero en todo momento consiguió sobreponerse a las dificultades que le planteaba Maros. Al terminar ambos se abrazaron y se marcharon riendo. Tras un descanso comenzó la competición de inteligencia, la competición fue larga y tuvo que superar muchas pruebas que pusieron a prueba su sabiduría y capacidad de razonamiento, los ancianos se habían superado, hubo muchos contrincantes que le pusieron en apuros pero finalmente se impuso y gano esa competición también.

   Tras otro descanso comenzó la mas espectacular de las competiciones, las luchas de hechicería, los contrincantes se lanzaban unos a otros hechizos muy diversos y coloridos intentando dejar fuera de combate a su oponente, el publico jaleaba ante cada bola de fuego o ilusión espectacular, a la final llego un hechicero del rey y Drew, Maros se acerco con cara de preocupación a Drew, le aviso de que ese hechicero había vencido a sus oponentes con suma facilidad y crueldad, le advirtió de que usaba magias muy potentes y no se preocupaba por el bienestar del publico o su contrincante. Drew intento parar todos los hechizos del hechicero real, parecía furioso y realmente era muy poderoso, apenas le quedaba tiempo para contraatacar y desequilibrarle, se lo estaba tomando en serio e iba a tener que tomárselo con la misma seriedad, de repente se escucho una detonación a sus espaldas, se giro a ver qué pasaba y el hechicero aprovecho para lanzarle una gran bola de fuego que le dio de pleno en la espalda, mientras perdía la conciencia busco la mente de su mujer y le mando un simple mensaje:

   -Corre, Huye.

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   Se despertó unas horas más tarde, el campamento había sido destruido, por todas partes yacían cuerpos de hechiceros y soldados, algunos con flechas o heridas mortales de espada, otros calcinados o sin marcas aparentes, rápidamente encontró a sus padres y a Maros, rodeados de varias decenas de soldados reales y algunos hechiceros, habían muerto combatiendo, unos metros más adelante encontró a Niria. Arrodillándose cogió su cabeza y rompió en lágrimas. Tras un rato en el que dio rienda suelta a su dolor, levanto a su familia y pronunciando unas palabras hizo que se convirtiesen en bellas estatuas para que viviesen por los siglos de los siglos en aquel prado, no encontró cuerpos de niños por ningún lado. Dolorido y llorando huyo de ese tétrico paisaje, ando durante días sin rumbo, los viajeros que encontró en el camino le informaron de que el rey, cegado por una profecía que había llegado hasta sus oídos, había mandado borrar del reino a los hechiceros, mando a los suyos propios y a un ejército a destruirles, al principio le dijeron que los hechiceros habían raptado a los niños para enseñarles y eso le dio la esperanza de poder encontrar a su hijo, pero mas tarde un tabernero le informo que el rey mando ejecutar a sus propios hechiceros y a los niños que habían traído con ellos. Al parecer, ningún otro hechicero había sobrevivido a la purga real, siguió deambulando con una única idea en la cabeza, aumentaría su poder hasta límites insospechados para volver un día y vengarse del rey, su venganza sería terrible.

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   Cuando el rey regreso del genocidio estaba feliz, mandaría ejecutar a los hechiceros a su cargo y así la profecía no se cumpliría, su hijo mayor le recibió a gritos, no le perdonaría lo que había hecho a su pueblo, su mejor amigo era un hechicero y había conseguido huir gracias a su ayuda antes de que el rey decretase la muerte de los hechiceros, probablemente nunca podría volver a verle, estaba furioso con su padre y se paso meses sin hablarle, su mujer llevaba en brazos a su último hijo de apenas un mes de edad mientras su marido gritaba al rey, sus otros hijos estaban escondidos detrás de su madre, no comprendían que pasaba pues aun eran pequeños, todos lloraban menos el recién nacido que dormía plácidamente, sin que nada le molestase. La relación entre los dos nunca volvió a ser igual, el rey nunca comprendió porque le había afectado tanto pues había salvado el reino. Desde aquel entonces la hechicería quedo prohibida en el reino bajo pena de muerte. Muchas acusaciones falsas surgieron, cada vez que alguien se quería librar de un contrincante o vecino molesto le acusaba de hechicería y era tal la paranoia del reí que se apresuraba a ejecutar a la inocente víctima, nada volvió a ser igual en el reino.

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